Hace unos días el presidente de la República, Enrique Peña Nieto emitió una decena de decretos para suprimir vedas existentes en más de la mitad de las cuencas hidrológicas del país, por ello, investigadores y académicos en temas de agua y medio ambiente urgieron al Presidente a abrogarlos, pues prevén que el vital líquido podría ser entregado a distintas industrias entre las que incluyen mineras, inmobiliarias, fracking, cerveceras, refresqueras, entre otras.
Sabes, ¿qué es una zona de veda? Según el Gobierno federal son “áreas específicas de las regiones hidrológicas, cuencas hidrológicas o acuíferos, en las cuales no se autorizan aprovechamientos de agua adicionales a los establecidos legalmente y éstos se controlan mediante reglamentos específicos, en virtud del deterioro del agua en cantidad o calidad, por la afectación a la sustentabilidad hidrológica, o por el daño a cuerpos de agua superficiales o subterráneos”.
Pero el pasado 5 de junio, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el mandatario mexicano firmó diez decretos para eliminar las vedas de 300 cuencas y la acción fue presumida como una “reserva hídrica para uso ambiental”.
Académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) consultados por el portal de SinEmbargo coincidieron en que el sistema de vedas es un importante mecanismo de protección para las cuencas y al ser levantadas se vulnera al vital líquido a la privatización a través de las concesiones.
Por su parte, Moctezuma Barragán externó que una de sus preocupaciones radica en que los decretos establecen zonas de reserva de aguas nacionales superficiales no sólo para fines doméstico y ambiental, sino también para público urbano, con lo que –advirtió– se abre la puerta a que los gobernadores de los distintos estados decidan asignar cualquier uso al agua, incluido el industrial.
Las industrias de minería, inmobiliarias, fracking, además de las refresqueras y cerveceras y todas aquellas que requieren grandes volúmenes de agua para llevar a cabo sus tareas, señalaron, serían beneficiadas con la decena de decretos que dejan en la indefensión cuencas de todas partes de la República Mexicana.
Mientras tanto, la población mexicana en general -a mediano plazo– y las comunidades indígenas –en un futuro más cercano– se verían afectadas por la poca disponibilidad del vital líquido, indicaron los expertos. Asimismo, criticaron que la acción se ejecute cuando el sexenio se encuentra ya en su fase final, pues los efectos podrían notarse hasta la siguiente administración.
Además, el estudio “Apropiación de agua, medio ambiente y obesidad. Los impactos del negocio de bebidas embotelladas en México”, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estimó que el conglomerado de títulos que sólo hasta 2012 servían a las diversas plantas embotelladoras de Coca Cola México, sumaron un volumen concesionado cercano a los 33.7 millones de metros cúbicos por año. Las cerveceras no se quedan atrás, por ejemplo, un caso reciente es el de Constellation Brands que requerirá 20 millones de metros cúbicos de agua anualmente.
Ante este panorama, Moctezuma Barragán hizo un llamado a que se discuta y apruebe una Ley General de Aguas que prevenga situaciones como la que actualmente ocurre. Por ello, recordó que desde la sociedad civil se promueve una iniciativa en la que se presentan propuestas para lograr que “se corrija la mala gestión del agua” en México, entre ellas:
–Incorporar la participación ciudadana.
–Poner freno a las malas prácticas, a la corrupción y a la impunidad.
–Implementar un plan rector en donde se garantice el derecho humano al agua como prioridad y que los planes rectores sean vinculantes.
–Elaborar decretos de protección en zonas de extremo estrés hídrico, a fin de proteger los cuerpos de agua de una explotación que vaya en contra del derecho humano.
Con información de Sin Embargo